Curso Propedéutico

. .

miércoles, 2 de junio de 2010

Solo al llegar...

La noche avanza sigilosamente cubriendo todo lo que a su paso encuentra, él se acerca a la puerta de aquél edificio; de la bolsa derecha de su pantalón, saca un juego de llaves y busca aquéllas que le permitirán el acceso.
Después de dos intentos la puerta cede, el primer obstáculo ha sido vencido, recorre un iluminado pasillo y se dirige hacia las escaleras que inmóviles esperan su llegada, sube por ellas y por fin, su objetivo esta ahí...
Adentro, un par de agradables voces acompañadas de una tenue y confortable luz le dan la bienvenida; afuera, la imparable oscuridad se ha apoderado de la ciudad.

Ramón Ramos

No hay comentarios:

Publicar un comentario